- 1 Elección de Extintor
- 2 Tipos de Fuego
- 3 Las cinco clases de fuegos son:
- 4 CLASE A:
- 5 MADERA
- 6 CLASE B:
- 7 METANOL Y ETANOL
- 8 CLASE C:
- 9 BUTANO Y PROPANO
- 10 CLASE D:
- 11 MAGNESIO
- 12 CLASE F:
- 13 ACEITE DE OLIVA
- 14 Tipos de Extintores según el tipo de Riesgo a Cubrir
- 15 Extintores de agua
- 16 Extintores a base de agua pulverizada
- 17 Extintores a base de espuma (AFFF)
- 18 Extintores de Polvo Químico seco ABC
- 19 Extintores de dióxido de carbono o CO2
- 20 Extintores específicos para metales combustibles o aleaciones metálicas Tipo D
- 21 Extintores a base de compuestos halogenados
Elección de Extintor
Los extintores son elementos portátiles destinados a la lucha contra fuegos incipientes. Sirven para dominar o extinguir cualquier tipo de fuego generado para evitar así su transformación en incendios mayores. Existe un tipo de extintor recomendado para cada tipo de fuego y hoy Grupo GT va a explicar los tipos de extintores existentes y las recomendaciones específicas para sus usos. Siempre en cumpliendo con la normativa existente en la materia RIPCI 2017
Tipos de Fuego
A nivel europeo los fuegos se regulan con la norma UNE-EN 2-1994/A1:2005 la cual establece cinco clases de fuego según la naturaleza del combustible. Es una clasificación muy sencilla realizada básicamente para el desarrollo eficaz de agentes extintores y los equipos manuales para protección contra incendios. Es particularmente útil en la lucha contra incendios mediante el uso de extintores. Hay otra clasificación de las sustancias inflamables más compleja que se basa en parámetros físico-químicos como la temperatura de inflamación, el rango de inflamabilidad, la temperatura de ebullición…
Las cinco clases de fuegos son:
– Clase A: SÓLIDOS. Incendios de sólidos inflamables que normalmente forman brasas y que son, generalmente, de naturaleza orgánica: madera, tejidos, goma, papel, algunos tipos de plástico…
– Clase B: LÍQUIDOS. Incendios de líquidos inflamables: petróleo, gasolina, aceites, pintura, alcohol y sólidos licuables como la parafina, el asfalto, algunas ceras y plásticos…
– Clase C: GASES. Incendios de gases inflamables: metano o gas natural, hidrógeno, propano, butano, acetileno…
– Clase D: METALES. Incendios de metales combustibles: sodio, magnesio, potasio y muchos otros cuando están reducidos a virutas muy finas (como el aluminio).
– Clase F: ACEITES Y GRASAS DE COCINA. Incendios derivados de estas materias en equipos de cocina. Esta clase se creó en 2005 al observar que estos líquidos no se comportaban igual que el resto y no se debían usar los mismos agentes extintores como el CO2 o el polvo ABC.
A continuación, puedes ver un ejemplo de cada clase y algunas características y propiedades:
CLASE A:
MADERA
Todos hemos usado o visto el uso de la madera en una chimenea o en una barbacoa, ¿de qué depende la combustibilidad de la madera?
> Humedad: si la madera está muy fresca le va a costar más arder porque primero tiene que eliminar el agua que contiene.
> Composición: hay maderas que arden antes que otras según su origen. El pino, por ejemplo, es una de las maderas que mejor arde.
> Del comburente: a mayor cantidad de oxígeno mejor ardera, por eso para avivar el fuego le hacemos aire.
> Tamaño: a menor tamaño más superficie de reacción y más facilidad para arder. Por este motivo las ramas arden rápido y un sólido en forma pulverulenta (serrín, harina, azúcar, carbón…) puede generar una explosión. Incendio en Burgos con Heridos
Las nubes de harina también causan muchos accidentes en establecimientos que la usan como en panaderías y cervecerías.
CLASE B:
METANOL Y ETANOL
Ambos líquidos son orgánicos pertenecientes a la familia de los alcoholes. El que se usa para quemar en laboratorios, en barbacoas, como disolvente y como anticongelante es METANOL y el que llevan las bebidas y el desinfectante sanitario se llama ETANOL. Los factores que determinan su combustibilidad son los siguientes:
> Rango de inflamabilidad: es el rango de mezclas con el aire que son inflamables. Depende de la cantidad de oxígeno que ese líquido necesite para reaccionar. El metanol tiene un rango dos veces mayor que el etanol.
> Punto de inflamación: la temperatura a la cual se desprende suficiente cantidad de vapores para crear una mezcla inflamable con el aire. Para el metanol y el etanol esta temperatura es de 12 y 13ºC respectivamente. Por debajo de esa temperatura no arderá.
> Temperatura de ebullición: temperatura a la que un líquido pasa a estado gaseoso. Relacionada con la presión de vapor y la facilidad de generar gases.
> Presión de vapor: este parámetro varia según la volatilidad del líquido, o sea la facilidad de producir vapores. Para una misma temperatura (se usan 50ºC para las clasificaciones) a mayor presión más peligroso es el líquido. El metanol es el doble de volátil que el etanol.
CLASE C:
BUTANO Y PROPANO
Estos son los gases combustibles más usados en las viviendas. Son conocidos como GLP (gases licuados del petroleo). Se usan para la calefacción, el agua caliente, para cocinar… y también presentes en los botes de spray como propelente, en los frigoríficos como refrigerante, en los mecheros, como carburante en vehículos… No los consumimos puros, van mezclados. El propano comercial lleva un 90% de propano y un 10% de butano, isobutano, etano… Y al butano comercial le pasa lo mismo (un 90% es butano y el resto otros GLP).
Son gases, pero siempre nos los encontraremos líquidos porque son muy fáciles de licuar sometiéndolos a presión (entre 2 y 4 bar para el butano comercial y unos 11-15 bar para el propano comercial, según la temperatura). De esta forma se puede almacenar mayor cantidad de gas en menor espacio. Por ejemplo, una bombona de butano de 12,5 kg (unos 26 litros) se trasforma en más de 6000 litros de gas.
Ambos gases son más pesados que el aire, por eso se ponen rejillas de ventilación hacia la calle en zonas bajas para que salga el gas en caso de fuga y está prohibido instalar un depósito en pisos inferiores a la calle.
Ambos son inodoros (no tienen olor propio) por lo que se le añade una sustancia con un olor fuerte para que podamos detectar una fuga (mercaptano).
El butano es bueno para el calentador y el fogón en zonas cálidas ya que a menos de 0ºC no se vaporiza bien y pierde eficacia. Para zonas frías y para uso como combustible de calefacción es mejor el propano.
Mucho cuidado con los botes de spray que contienen estos gases como propelentes. Pueden ocurrir accidentes con ellos al usarlos en espacios cerrados ya que se puede alcanzar una cantidad suficiente de mezcla y al encontrar un punto de ignición se produce una explosión.
CLASE D:
MAGNESIO
Este metal lo puedes encontrar en tu vehículo, se usa para fabricar algunas partes como el volante y la barra de dirección. Cuando un coche se incendia, el magnesio arde a una temperatura de hasta 3000ºC y cuando le cae agua reacciona violentamente transformándose en hidrógeno y generando chispas incandescentes. Por eso, este tipo de fuego se debe apagar con un extintor especial o sofocarlo con arena. Si alguna vez echas agua a un coche ardiendo ten precaución con esto ya que te podría causar graves daños. Los bomberos siempre suelen usar agua ya que con gran caudal y con buenas protecciones personales (casco, chaquetón, equipo de respiración…) no hay problema.
CLASE F:
ACEITE DE OLIVA
Se usa en todos los hogares para cocinar alimentos (entre otros muchos usos). Cuando lo ponemos a calentar y se nos olvida o nos despistamos, empieza a humear a los 200 o 250ºC y a unos 300-350ºC arde espontáneamente (temperatura de auto ignición). Por eso las freidoras eléctricas llevan un limitador de temperatura a 190ºC, para no llegar al punto de humeo.
Cuando está ardiendo, adquiere una temperatura muy elevada que hace que los extintores para líquidos no sean eficaces y deba usarse un extintor específico. En la norma UNE-EN 3-7 sobre extintores dice que se considera peligroso usar extintores de polvo ABC y de CO2 en incendios de esta clase. He visto muchos casos reales en restaurantes en los que la situación ha empeorado porque alguien ha usado un extintor de polvo. El agente extintor sale con mucha fuerza y empuja el aceite fuera del recipiente ocasionando una gran llamarada y la propagación del incendio.
Lo más fácil es extinguirlo por sofocación, eliminar el oxígeno tapando la sartén con su tapadera, con un trapo húmedo o con una manta ignífuga. La llama al principio es pequeña ya que solo arde en superficie y es fácil de apagar. Pero puede llegar a hacerse bastante alta (según las características del recipiente y la cantidad de aceite) y afectar a la grasa de la campana extractora y/o a los muebles y así progresar. Tienes más información en el artículo sobre Extinción.
Nunca se debe usar agua porque esta se evapora súbitamente y arrastra pequeñas gotas de aceite que arden produciendo una gran llamarada haciendo que el incendio se propague y pudiendo ocasionar graves quemaduras. El aceite puede estar a unos 400ºC y el agua al caer se evapora y aumenta su volumen 1600 veces. Un vaso de agua de 200 ml se transforma en más de 300 litros de vapor. Esto hace que todo el aceite arda por completo por lo que después de esto ya no queda combustible y el fuego de la sartén se apaga.
Tipos de Extintores según el tipo de Riesgo a Cubrir
Extintores de agua
El agua a presión de estos extintores extingue las llamas por enfriamiento al poseer un gran poder de absorción de calor. Además, también sofoca el fuego, pues toda el agua evaporada a altas temperaturas de combustión expande su volumen en tal medida, que desplaza el oxígeno y los vapores de combustión. Es una de las mejores opciones para fuegos tipo A.
Extintores a base de agua pulverizada
La diferencia con los extintores de agua comunes es que, en este caso, la descarga se produce en finas gotas que generan una especie de niebla, consiguiendo mayor efectividad en la lucha contra el fuego. Por ese motivo, a parte de ser útiles contra fuegos tipo A, también se pueden utilizar contra fuegos tipo B.
Extintores a base de espuma (AFFF)
Al igual que ocurre con los extintores a base de agua, los de espuma ahogan las llamas por enfriamiento y sofocación. En este caso se debe a que la espuma crea una capa continua acuosa que desplaza el aire, enfría e impide posibles escapes de vapor que podrían generar más llamas. Óptimo para fuegos tipo A, B y F. Los extintores de polvo o CO2 no deberían usarse sobre fuegos de la clase F. Es más, podrían suponer un peligro y agravar las consecuencias del incendio.
Destacamos algunas de las ventajas de los extintores de agua + aditivos:
- Sus compuestos activos son agua y aditivos 100% biodegradables, sin toxicidad y respetuosos con el medio ambiente.
- Poseen eficacia homologada para fuegos de clase A y B lo que permite emplearlos, en la mayoría de los casos, en sustitución de los de polvo.
- El producto descargado no deteriora los enseres con los que entra en contacto.
- Al no emplearse polvo, no se genera un ambiente de baja visibilidad en espacios cerrados.
- A diferencia de los extintores de CO2 y polvo, no hay riesgo de asfixia ni de dificultades respiratorias cuando se descargan en un recinto cerrado.
Extintores de Polvo Químico seco ABC
El efecto químico que se produce con las llamas al poner en funcionamiento este tipo de extintores rompe la reacción en cadena del fuego. Además, el fosfato mono amónico que los compone se funde con las llamas y crea una sustancia pegajosa que se adhiere en cualquier elemento sólido, creando una barrera protectora frente a las llamas. Es perfecto para fuegos tipo A, aunque funciona igual de bien con fuegos de clase B, C y eléctricos.
Son los Extintores mas polivalentes del mercado y los que tienen un coste tanto de compra como de recarga o revisión mas Bajo. Por todo esto son los mas comunes
Extintores de dióxido de carbono o CO2
En estos casos, al descargar el gas encerrado a presión dentro del extintor, el CO2 se expande abruptamente y su temperatura desciende de tal manera que se convierte en hielo seco o nieve carbónica, lo que permite enfriar el combustible. También se desplaza el oxígeno, con lo que hay un efecto de sofocación que contribuye a apagar el fuego. Funciona muy bien con fuegos de clase A, B, C y cualquiera de sus variantes eléctricas.
Extintores específicos para metales combustibles o aleaciones metálicas Tipo D
Extintores de Polvo Tipo D son exteriormente casi iguales que los polivalentes ABC. Extintor de polvo concebido para la extinción de fuegos de metales como el magnesio, el aluminio, el sodio, el potasio, el uranio, o el titanio, gracias al polvo especial para metales
• Únicamente válido para fuegos de metales clase D. Suelen actuar por sofocación, generando una capa o barrera entre el metal y el aire, de modo que impidan al fuego respirar y expandirse. En efecto, son la mejor opción para fuegos de clase D y eléctricos metálicos.
Extintores a base de compuestos halogenados
Actúan igual que los anteriores, rompiendo la reacción en cadena del fuego, con la ventaja de no dejar vestigios ni residuos. Tampoco son conductores de la electricidad. Por tanto, permite apagar fuegos B, C y eléctricos.
No suelen encontrarse en formato de extintor portátil. Estos gases son mas comúnmente empleados en Extinciones Automáticas de zonas puntuales que necesitan de una rápida extinción de incendio, tales como Archivos o Salas de Servidores. Siempre en zonas con poca afluencia de publico por su peligrosidad para la integridad de las personas al disparo y con sistemas de aviso y retardo en el disparo para permitir la evacuación del personal.
Debido a la naturaleza Halogenada de estos compuestos Gaseosos, Solo personal Autorizado y Certificado puede manipular o transportar este tipo de Gases. GRUPO GT posee esta habilitación