Las reformas de pisos, sobre todo si son integrales, pueden parecer muy complicadas vistas desde fuera. Tener que lidiar con todo lo que supone reformar una vivienda de arriba abajo no es, precisamente, sencillo. Pero no tiene que ser un obstáculo para llevar a cabo los cambios que se tienen planeados.
Para evitar que una reforma se convierta en una pesadilla, que se eternice y dure más tiempo de lo deseado hay varios trucos que conviene tener en cuenta. También para evitar que finalmente la obra se salga de presupuesto y acabe costando un ojo de la cara.
Analiza puntos fuertes y débiles. Antes de lanzarse a hacer alguna reforma en casa lo ideal es pensar qué es lo que falla en la vivienda. Para ello, se puede hacer una lista con todas los puntos fuertes y débiles que se piensan sobre la vivienda. Es decir, podemos tener una cocina de gas, pero la habitación principal es grande y está muy bien iluminada.
Prioriza las necesidades: Para hacer reformas integrales hay que plantearse primero cuáles son realmente las necesidades de la vivienda. A través de las desventajas que se han obtenido en el paso anterior se tienen que priorizar las necesidades. Para ello puedes responder a una serie de preguntas: ¿Por qué voy a realizar una reforma? ¿Qué me gustaría cambiar de mi casa? ¿Qué es lo que realmente necesito cambiar de mi vivienda? ¿Puedo cocinar con tranquilidad? ¿Gasto demasiada energía? Con las respuestas obtenidas haz una lista ordenando y priorizando las necesidades.
Decide qué tipo de reforma se va realizar: Las reformas integrales se pueden diferenciar según los elementos de la vivienda que se vayan a reformar. La más sencilla es retocar la decoración y los acabados para darle un nuevo aire a la vivienda, por ejemplo, pintando las paredes, las puertas o ventanas o renovando parte o todo el mobiliario. Son pequeñas obras que no duran mucho tiempo y que se pueden hacer con bastante calma.
Muchas veces nos encontramos con pequeños problemas, averías o reparaciones del hogar que bien por falta de tiempo, desconocimiento o por ser de pequeña importancia no encontramos nunca el momento para solucionarlos.
Reparaciones del Hogar y Comunidades de Vecinos
Cambiar unos interruptores, arreglar unas estanterías, los accesorios del baño o de la cocina, etc., son pequeñas reparaciones necesarias y de gran importancia para mantener nuestro hogar en adecuadas condiciones, ya que si no se solucionan, con el tiempo se convierten en problemas más serios y sobre todo más costosos.
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